NOTA: éste es un artículo de opinión, así que no me hago responsable de las posibles reacciones adversas o malas interpretaciones que, sobre usar un tono adecuado y elegante, pueda causar.
Cuando cierra un garito o local dedicado a la acogida en vivo de música no masificada, siempre es triste. Deja a los asistentes / asiduos clientes huérfanos, como si les arrancaran una parte vital de sí mismos, como si se les fuera un miembro de su familia más cercana. Vienen de golpe recuerdos, historias, cotilleos o tanganas que ocurrieron y que, con el paso del tiempo, se habían olvidado y que de golpe vuelven a nuestra mente con la fuerza de un ciclón.
AVULSED 2014
Aquí en VLC, hemos vivido cierres de clubs bastante importantes como el de la Sala Durango que aunque estuvo con nosotros muy pocos años, allí se celebraron grandes noches de metal como las visitas de Vomitory, Rotting Christ o Marduk, varias ediciones del Xmas Metal Fest, algunas ediciones del Pentagram Fest o incluso la celebración del único festival que una Servidora montó hace ahora justo 10 años y que llevaba el nombre de esta mi web (por aquel entonces era sólo el programa de radio)
Había (y hay) muchos más locales. Más molantes o menos, más limpios o menos, más grandes o menos, pero el Pa Berse Matao (desde hace un tiempo a esta parte PaBerse Club) era un referente a tener en cuenta.
PUTRID OFFAL 2016
Llevaba en la brecha desde 1996, y aunque una Servidora empezó a visitar este feudo en 2009, se convirtió en un sitio clave en donde ir a disfrutar de música en directo. Sus dueños, Naty y Michel, han albergado más de 5000 conciertos, unos más vibrantes que otros, unos más espectaculares que otros, otros más dignos para el recuerdo, otros para enmarcar y otros para olvidar (según el estilo, claro…) Efectivamente durante años, tras los shows había sesión de música la cual, todo hay que decirlo, muchas veces era un auténtico peñazo. Pero cuando la sesión valía la pena, era una noche fabulosa. Se juntaba el show que era bueno, un ambiente del 10 y todo cuajaba de manera que se te hacían las 5 y no te dabas ni cuenta. Por desgracia, eso no solía ocurrir muy a menudo. Por lo que muchas veces, tras el concierto, mucha gente o se daba el piro a beber a otro lugar o sencillamente, se largaba.
Vino la pandemia y todo se fue al traste. No había conciertos porque nos invadió un virus con genes gamberros y trasnochados que sólo infectaba a la gente cuando salía a despejarse. (casi) Nunca en los bares de fritanga, (casi) nunca en el trabajo, (casi) nunca en el tranvía.
LIV SIN 2018
Las leyes se cebaron con los locales de ocio, simplemente porque eran prescindibles y cuando el veto se levantó, el PBM resurgió. Trajo la alegría a sus devotos, a sus fieles, a sus parroquianos, y volvieron los shows. Eso sí: con un horario infumable que de momento no hay quien lo cambie.
Y cuando todo parecía volver a su cauce normal, nos enteramos de sopetón, sin anestesia – pulling teeth (lo siento, pero me resulta imposible no ponerlo cada vez que uso la palabra) que el fin de semana del 4 de junio de 2022, el PBM cerraba sus puertas para siempre. El shock fue muy grande. Nos volvíamos a quedar huérfanos, y esta vez de un modo violento. ‘Es que Michel se jubila’ decían algunos. ‘Traspasa el local’, dijeron. ‘Pero no te hagas ilusiones en preguntar el precio: ya tiene dueño’. Esto sí que fue duro de oír. ‘El nuevo dueño va a meter reaggeton’. Esto, más si cabe.
Cómo era posible con tanta rapidez? Tanto hacía que tenían pensado en traspasarlo que ya llevaban en conversaciones el tiempo justo para que esto pasase tan temprano?
Estas preguntas, al menos en mi caso, acuciaron mi mente durante varias horas, hasta el día siguiente cuando fuimos a despedirnos del local.
Y entonces, las Revelaciones.
Cada cual tiene sus fuentes, y Servidora, como buena periodista y metida en estos lares desde hace años, también las tiene y éstas dieron respuesta a los interrogantes anteriormente citados.
Estas Revelaciones, hicieron que la incredulidad y la pena se transformaran en sorpresa y, con el paso de las horas en pasotismo e indiferencia.
‘Lo que traspasa es el negocio, el local es suyo. Lo van a alquilar’, te dicen. ‘Uy, ya lleva años con el tema de venderlo…’ te comentan. Y he aquí cuando las piezas van encajando. Ahora entiendes porque muchas veces las caras eran de asco supino, de aborrecimiento. También recuerdas de golpe ciertos cambios en la decoración como la desaparición de una moto que tenían expuesta y ciertas fotos de los Metal Gods como Lemmy u Ozzy. Y también porque el sonido era tan mediocre en los últimos shows. Ya les daba lo mismo.
Entonces te percatas que has estado acudiendo a una sala que en cualquier momento podía echar el cierre, pero que sólo ha estado alargado su agonía porque no había quien pagara lo que pedían… Al final todo se redujo al dinero.
DEVOTION 2016
Ni a la gente, ni a los promotores ni nada… Ni unas palabras de los dueños en la noche de autos dando las gracias por estos años, ni una fiesta de despedida, nada. No dejaron ni tocar un par de temas más a la banda invitada como detalle de galantería y lo más significativo de todo: se afanaron en encender las luces para decirte sin palabras ‘largaos de aquí, que ya sobráis. Hay que abrir para discoteca y cobrar entrada’.
Demostraron que tenían unas ganas inmensas de dar carpetazo al asunto y quedó claro con su último triste, desalmado, insustancial, patético e impersonal post en Facebook.
Entiendo que tener un after conlleva muchas responsabilidades y algún que otro encontronazo, que por el contrario es algo que va incluido en el negocio; pero a mi entender no fueron nada disimulados con los que les han dado dinero durante tantos y tantos años. Aun así, que os vaya bien la vida.
Yo, no os echaré de menos.
El post (lo he colgado tal cual, sin corregir)
RRSS (mientras estén en activo)
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