Judas Priest (foto de su IG oficial)

JUDAS PRIEST es sin duda alguna una banda que por razones más que obvias forma parte ya no del imaginario colectivo metalero, sino de nuestras vidas como tal. Así que el simple hecho de que se molesten en crear música nueva, es motivo de una sacrosanta celebración.

Hemos de tener en cuenta que quizá esto no se habría podido ni llevar a cabo ya que la congoja y el horror se apoderó de toda la escena metal cuando Rob Halford anunció su enfermedad. Más de uno vio en él un nuevo Ronnie James Dio y que esto llevaría a un final abrupto de Judas Priest como pasó antaño en DIO, Motörhead o Queen aunque las circunstancias de cada uno de estos dos vocalistas fueran distintas.

Pues bien. Halford se recupera, algo que no agradecemos lo suficiente, y el quinteto británico (aunque cada uno viva donde le plazca, pues para eso tienen dinerito y casitas diseminadas por doquier…) se lían a componer con energías renovadas y después de su decimoctavo disco Firepower de 2018 que para los “entendidos” fue un disco bastante sobresaliente aunque sin llegar a las cotas del pasado (que tire la primera piedra quien lo haga…) nos brindan este Invincible Shield.

He de decir que llevaba eones sin escuchar ni un solo tema nuevo de Judas Priest, por lo que este disco fue como escucharlos por primera vez. De hecho, siquiera recuerdo cuál fue el último que me compré, si es que tengo alguno que no sea anterior a la marcha de Halford. Tampoco he leído ninguna reseña al respecto, así que lo que digo es mío y solo mío. Aclarado esto, prosigamos.

Invincible Shield es en general un disco correcto. Bien producido, con muy buen sonido, con arreglos muy acertados, grandes dosis de guitarra, batería dura y brava, que marcan durante sus catorce temas a lo largo de su hora cumplida de duración, que Judas Priest puede dar mucha cera si la salud lo permite, porque las hordas de fieles no les van a abandonar.

Ya desde los primeros compases de ‘Panic Attack’ se vislumbra un regusto extra ochentero que nos acompañará durante todo el redondo. Sinceramente este tema en particular es como una mezcla entre ‘Painkiller’ y cualquier tema sacado de cualquier disco antiguo de Iron Maiden. Los solos del guaperas de Richie Faulkner (probablemente el responsable de ese acento maidenesco) son de una calidad excelente y la batería a cargo de ese portento de Scott Travis demuestra que no ha perdido su toque y que se mantiene con una gran pegada, aunque para mi gusto en la producción le rebajaron demasiado el tono tal y como se advierte en ‘The Serpent and The King’.

El tema-título ‘Invincible Shield’ es un alegato a su propia música, a su propio legado, a su propia esencia pues podría pertenecer a cualquier disco primario de la banda. Es un gran tema, con otro solo de impresión y será un bombazo en directo.

Los siguientes temas ‘Devil in Disguise’, ‘Crown Of Horns’, ‘As God is my Witness’ con un arranque poderoso y frenético, ‘Trial By Fire’ con un buen mano a mano entre Glenn Tipton y Faulkner (aunque le sobran los coros); ‘Escape From Reality’ un tema más bajo de ritmo pero muy seductor por lo oscuro que se presenta y con un momento super Ozzy Osbourne en Halford a mitad tema increíble (uno de mis favoritos); y ‘Sons of Thunder’ (un título que bien podría adscribírsele a KISS por reminiscencias evidentes) un tema bastante puente, forman el núcleo del disco.

Llegamos a los cuatro últimos. ‘Giants in the Sky’ es poseedor de un ritmo muy americano cercano a las producciones noventeras de la banda y ‘Fight for Your Life’ sorprende por sus inclinaciones al Sweddish Power Metal más purista con esas batería muy de muestra que tanto deslucen ese estilo pero con un bis que es todo un himno de fuerza y resiliencia. El penúltimo tema bautizado como ‘Vicious Circle’ es otro tema muy ‘judas’. El último corte ‘The Lodger’ lo que sería la temida ‘baladita del disco’, es en mi humilde opinión, un peñazo. Rompe con toda la tralla vertida en todo el disco y es totalmente prescindible. Y no porque sea un mal tema, sino porque su ubicación, no es la correcta. Si paras la reproducción en el tema anterior, nadie lo echaría en falta.

A nivel musical Invincible Shield es un disco puramente Judas Priest. Modernidades hay muy pocas pues siguen sonando como antes pero su forma de componer resulta fresca y contemporánea una especie de ‘OldNew’ o ‘viejoven’ perfectamente entramado y muy bien ensamblado de principio hasta el penúltimo tema.

Sí. Me dejo algo: la voz de Halford. Teniendo en cuenta el proceso de su enfermedad y que eso siempre afecta a las cuerdas vocales, saca todos los temas de diez. Pero (siempre hay un ‘pero’) a veces el redoble vocal, el semiabuso de los coros y esa manía gritona que ya le advertí hace años en BCN cuando lo vi en directo por última vez me remite a lo que pensé entonces y mantengo tras este disco: en los agudos ha reemplazado esa eteriedad que demostraba por el grito ‘ripperesco’ que tanto le echamos en cara a Tim Owens durante su estancia en la banda. Sí, sus graves son impecables pero los agudos claros y bellos ya han quedado muy atrás…

Recomiendo el disco al 100%. Es bueno, es vibrante y muy entretenido (excepto el decimocuarto tema). Ojalá continúen dándonos discazos como éste. Muchos deberían aprender de ellos y no perderse en veiledades. Deseando estamos de su llegada a SPN dentro de su tour oficial.

Invincible Shield se editó via Sony Music el pasado mes de marzo y se puede escuchar tanto en Youtube entero o por temas y en el Spotify oficial de la banda. Claro que si lo compras físicamente, quedará mejor en tu estantería…

JUDAS PRIEST son:

Rob Halford: voces

Ian Hill: bajo

Glenn Tipton: guitarras

Richie Faulkner: guitarras

Scott Travis: batería.

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