Algo que se había perdido durante estos años de impasse, eran las famosas visitas intempestivas de grupos de postín que creyendo que viven en la Alta Europa, actúan a las 20h como si aquí no se trabajase por la tarde o todo el mundo cenase a las 19.30.
Así pues, a la visita de los fineses Lordi del 1 de noviembre, se sumaba otra de vital importancia para una apacible tarde-noche del jueves 3 de la mano de los suecos CENTINEX que nos visitaban dentro de un tour (el cual parecía llamarse ‘Una Cerveza por favor’ si hacemos caso de la frase que coronaba el set-list) que les llevó por otras 4 ciudades, siendo la capital naranjera su segunda parada. Los pillamos frescos, pues. El lugar de encuentro fue la muy hermosa 16 Toneladas (mi nuevo Santuario Metal), que acogió a un número bastante interesante de congregantes deathmetaleros para ser laborable.
Pero antes de que los suecos empezaran, y con un retraso bastante considerable, empezaron a meter caña los valencianos OBSCURE los cuales he pasado de no haber visto nunca a haberlos visto dos veces en menos de dos semanas, por lo que trataré de no repetirme en mi valoración. Como ya dije en su momento, los valencianos son unos instrumentistas geniales, pulcros y perfectos en la ejecución, algo que se nota en lo compenetrados que están en el escenario y en la manera de interpretar los temas. No hay fisuras y todos suenan sin pisarse en ningún momento.
Obscure
A nivel vocal, poco más a decir, ya que Beleth suena integrado en todas las composiciones. En general, siguen sonando lineales (no pueden cambiar en dos semanas) y siguen sin convencerme aunque ‘Curse of My Race’, ‘Darkness Must Prevail’, ‘Into Utter Darkness’ y ‘Sunk Into Oblivion’ fueron los temas que más me gustaron.
Un show a la altura de lo esperado.
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Hablar de Death Metal nos hace pensar en los grandes nombres salidos de las pantanosas tierras de Florida como Morbid Angel u Obituary pero cuando al Death Metal se le pone el apellido de Sueco, las cosas ya cambian. Simplemente porque la concepción que tienen todos los escandinavos, y digo todos sin temor a la inmensidad que esto conlleva; es que trituran el género en cuestión y lo transforman en otra cosa que va mucho más allá, no en vano se les considera una escuela aparte. Así que con CENTINEX íbamos a tener una ración de Death Metal violento, agresivo, vibrante, puramente sueco, limpio, lleno de cambios vertiginosos de tempos e hipnótico. Servidora nunca había visto a estos bellos hombres que a juzgar por ciertas informaciones prácticamente presentaban formación. Aún así de todos ellos reconocí a su bajista de cuando aún tocaba en Interment y vinieron para el Pentagram Fest de 2011 si la memoria no me falla. Pero que nadie se engañe: por muchos bailes que haya habido en la formación, sonaron como un todo.
A las guitarras afiladas y a las notas fangosas del bajo, la labor de su jovencísimo batera era digno de ver en primera línea tanto por la rapidez en su manejo de las baquetas y pedales como por el sonido tan rudo y envolvente que sacaba.
Centinex
A nivel vocal, el registro de su cantante era áspero y cortante, que aunque sonase muy hosco la verdad es que se alzaba poderoso por encima de toda la burrera sónica de sus compañeros. Sabía que me iban a gustar y lo hicieron. Se marcaron un set enorme del cual destacaré (por no copiarlo entero) ‘Only Death Remains’, Bloodraze’, ‘Torture’, ‘When Bodies Are Deformed’ ‘Evil is Evil, ‘Cauterized’ y ‘Eye Sockets Empty’. Un lujazo de show.
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Texto y Live fotos by Kat S.F.