A priori, que un continente tan inmenso como Asia y tan complicado a nivel de cultura, tradiciones, política y maneras de vivir tenga algo bueno que aportar al Mundo del Metal, parece poco probable, aunque haya ejemplos como los japoneses Corrupted (los cuales cantan en castellano) o las blackers niponas Gallhammer. Pero si hablamos de Grindcore, un estilo tan concreto como disperso a la hora de entenderse y expresarse, la cosa se complica.  Pues bien. En Singapur, allá por el ya lejano 2007 nació WORMROT, toda una institución dentro de este estilo y que se ha mantenido firme (aunque con cambios substanciales) contra viento y marea.

Wormrot, como buena banda de Grind, posee a nivel de discos enteros una tirada más bien corta y muy laxa en el tiempo pues sólo podemos contar cuatro: Abuse (2009), Dirge (2011), Voices (2016) y el que nos ocupa Hiss (2022).

Hiss es un disco de tan sólo treinta y tres minutos de duración pero que prácticamente sale a canción por minuto, ya que hay veintiún temas y algunos no llegan ni siquiera al minuto. Así que hacer una crítica sobre temas tan cortos, es cuanto menos todo un reto.

Empecemos pues. El disco se abre con ‘The Darkest Burden’ un tema un tanto curioso ya que posee cierto regusto blacker en las notas tanto de cuerdas como en la batería. Su sonido es muy crudo y muy ’90 el cual se extiende por ‘Broken Maze’, en el cual juegan más con las voces. La ruptura sónica llega con ‘Behind Closed Doors’ un tema frenético y con tonos algo Punk y diversos tonos vocales, algo que continúa con ‘When Talking Fails, It’s Time for Violence’ un tema corto, muy intenso y cantado en su lengua madre con final abrupto.

Seguimos con ‘Your Dystopian Hell’ otro tema con una intro muy ’90 pero que da paso enseguida a un torrente espectacular de baterías y guitarras. La voz,seca y cortante, se ajusta muy bien. Con ‘Unrecognizable’ llegamos a uno de esos temas que no llegan al minuto, de hecho sólo dura diez segundos pero si analizamos las letras, no puede durar más. Recoge a la perfección cómo debe sentirse alguien cuando un meteoro le cae de lleno en la cara. Condensado. ‘Hatred Transcending’ es un tema un poco más ‘abierto’ en lo musical. Las partes instrumentales están más definidas, con unas  guitarras muy apreciables y una batería muy machaca. Las voces juegan a dos tonos, uno más rasgado y otro más cavernoso. El final distorsionado, se funde con el inicio del siguiente tema ‘Doomsayer’ en el cual recogen bastante las notas del anterior tema, enfatizando en la rapidez y en las voces más crudas.

(foto: Facebook)

Llegamos al noveno corte de la mano de ‘Pale Moonlight’ y al tercero de los temas cortos (sólo cuarenta y cuatro segundos). Comienza con la batería en plan marcial para dar entrada a la voz líder, que desgarrada y al unísono con las baterías, secas y casi huecas, se funde con el principio de ‘Seizures’ uno de los temas más largos del disco, pero que sigue de forma consecuente con las tonalidades anteriores. Aquí se explayan más en la música y las voces se desmarcan en los diversos registros. La verdad es que es un tema muy ritmero, muy clásico, casi ‘heavy’ y con un final definido y cerrado.

‘Voiceless Choir’ es el segundo tema largo (cuando digo ‘largo’ me refiero a más de dos minutos) en el cual se puede advertir un regusto muy ‘heavy’, casi Thrash a mitad canción con esas voces limpias y esos coros (de ahí el título) tan ’80 que lo convierten en uno de los mejores (si es que hay alguno que no lo sea…) temas del álbum.

Que una banda de Grindcore se atreva a meter a mitad set un tema instrumental como ‘Grieve’, sólo ocurre en las agrupaciones asiáticas. Son de los pocos que mezclan, giran y retuercen diversos estilos y consiguen que nada quede desplazado. El tema es una oda a la estridencia total gracias a las notas de violín que se adueñan de él. Literalmente parece una mosca revoloteando y buscando el incordio más absoluto. El hecho de que se junte prácticamente con el inicio de ‘Sea of Disease’, si no tenemos el set delante, más que parecer una instrumental, parece ser una intro larga del tema siguiente ya que las notas son casi las mismas, un sonido lento pero inquieto con una batería constante y una guitarra lánguida. Si lo que buscan es crear el efecto del mar, lo consiguen hasta la entrada de la voz con dos registros. Sinceramente es una canción muy particular, con una secuencia musical bastante homogénea hasta ese final esquizofrénico que junta rapidez y brusquedad. ‘Noxious Cloud’ recupera la brutalidad en la concepción musical, aunque no dejan de lado esas notas de guitarra tan NeoThrash que les gusta meter para descolocar al oyente. Es una auténtica montaña rusa de sonidos.

‘Shattered Faith’ es otro tema corto que se junta con el final del anterior, por lo que casi es una coletilla del mismo y con el que se da paso a ‘Desolate Landscapes’ otro tema muy en línea de los anteriores más extensos que juega mucho con la ruptura en los tempos que lo redondea un final agonizante con el líder vocal sacando las entrañas por la boca.

Parece mentira pero entramos ya con el decimoséptimo tema  ‘Spiral Eyes’ y otro de menos de un minuto. Y eso no es un inconveniente porque les da para mucho metiendo dos registros vocales y notas limpias de guitarra. ‘Vicious Circle’ es otra canción muy bien estructurada con unas voces muy rasgadas y unas muy buenas notas limpias de guitarras. ‘Weeping Willow’ es un aguerrido y frenético tema en donde instrumentos y voces van todos a la vez y que sorprende con una caída del tempo a mitad tema con la  aparición de los violines completamente distorsionados.

El penúltimo e inquietante ‘All Will Wither’ está tratado a dos líneas: sólo la voz líder hablando susurrantemente y acompañada de toques secos de batería.

Cerramos este Hiss con el tema más largo del disco (cuatro minutos) bautizado como ‘Glass Shards’, el cual empieza a saco con la batería, las guitarras y las voces todo al mismo tiempo, aunque eso no quita que vuelvan a buscar cambios de ritmo y toques de luz aportados por las guitarras en lo que podríamos llamar un solo. La voz líder, sigue con su labor desgarrada y seca. Mención aparte merece el solo de violín que llena de angustia el tema hasta ese final explosivo y frenopático que acaba en caída libre.

En general Wormrot con este Hiss han puesto patas arriba a los más puristas y a aquéllos que no saben salir de los patrones más básicos y que con eso consiguen no evolucionar lo más mínimo. Así pues si esperas escuchar un disco de Grindcore al uso, este no es tu disco. Si buscas emociones fuertes con letras llenas de sentimiento que se salen de las típicas herencias de los Carcass más primigenios, este es tu disco. Hiss es original, áspero y ácido y con él Wormrot se ha puesto a la cabeza del Grind más vanguardista. Si pisan tu ciudad y puedes ir a verles, no lo dudes. Experimentar su música en directo será todo un reto.

Hiss salió a la venta el pasado mes de julio por medio de Earche Records. Podéis adquirirlo por aquí: https://webstore.earache.com/wormrot

WORMROT son:

Rasyid a las guitarras

Vijesh a la batería.

Les acompañará para la gira Gabriel Dubko de Implore a las voces

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